INQUIETUD CALMA

Con el último favor concedido y tras dieciséis horas de navegación soporífera, comienzan a agitarse las inquietudes más fetichistas y una se imagina vestida con el atuendo de novia usado que debía devolver en mano y saltando por la borda de un crucero antes de llegar a puerto. Una vez en tierra, la mente ensardinada sigue la velocidad de crucero agarrada a un delfín; surfeando y desapegada del velo, mira hacia el horizonte y se da cuenta que el salto era mucho mayor.

RECETA VULGAR

Dispuestos como legos o piezas encajadas a lo loco, muchos elementos acaban como semejantes estructuras mofas; perdidos en la decadencia obscena y más ridícula de Rimbaud. En las plazas más concurridas de la ciudad y bajo la luz de las farolas, los más piezas remueven pretextos para reducir la luna y cubrirse de una vulgaridad impecable, con apariencia suave, lisa, esbelta, brillante y perfectamente endiablada, dejarán atrás la elegancia de la actitud punk distinguida, madurada y con clase.

DE BON ROSEGAR

Literatur pour the rates

A l’arribar, la foscor invadix fins als més privats amagatalls de l’ànima. Més enllà, on arriba la misèria humana però no la misericòrdia divina es troben elles, les rates. Se les pot sentir, allà, més enllà de la foscor, rosegant, rosegant les magdalenes que vaig portar aquest matí.

De tots els racons, de totes les foscors, comencen a sorgir les meues germanes les rates. Escarotades. Cegades. Vénen a la rebre l’aliment: molles de pa mig torrat. Em rodegen per a complimentar-me. M’acaricien. Trauen les seues llengüetes buscant el pa. Die Oblate. “Xiquetes, no vos revolucioneu que n’hi ha per a totes!” –dic en esta llengua fotuda, amb la fe del carboner, esperant que m’entenguen–.

Totes van arribant a mi. Boten de emoció. Se’m pugen a traïció. Carmencita, la més atrevida fins i tot em llepa el coll.

Die Dunkelheit. Miséricorde humaine.

A Carmencit@s

a tí Vera

A tí Vera

Así llega el recuerdo de Vera, tan básica como compleja y a merced de la ilusión del que va a un lugar nuevo, de pensar que queda descubrirlo y de la nostalgia del descubrimiento.


Diseñados para el olvido regresamos al mismo camino con pasmosa facilidad, acostumbrados a la ceguera marchamos tan sordos como siempre a ninguna parte. Rosa María Ramos Chinea

ESPACIO MUERTO

A Kupo le llaman fanático del hogar por dar vida a un espacio muerto, porqué su inspiración llena de aire la parte posterior de los escalones, esa zona densoardiente e impenetrable para los que tienen prisa en subir, pero que paso a paso silenciado se ha llenado de frescura; lo que permanecía inmóvil se ha vuelto ágil y ha perturbado a los acomodados que no han tenido más opción que contratar a Beetlejuice para añadir más leña al fuego, el mismo hombre sucio, grosero y pícaro que trabaja ayudando a los fantasmas para que no les pueda molestar ningún ser vivo. Capaz de transformarse o de desfigurar su cuerpo a su antojo en las más diversas y grotescas formas pero igual que Kupo se encuentra en el limbo, en ese espacio libre donde vales lo mismo muerto que vivo.