miércoles, 23 de noviembre de 2011

VALOR en HOI AN

Las costureras Tara y Tula juntaron sus esfuerzos y sacrificios para sobreponerse a las nuevas circunstancias, en poco tiempo se quedaron sin hilo y sin remiendo para sus bolsillos; con la que estaba cayendo y unas botas prestadas se acercaron al establecimiento de Lule, un vecino y colega de ambas que les hecha una mano cuando el tiempo no acompaña, consiguieron darse cobijo y con las tijeras de Tara y el dedal de Tula pudieron hacer frente a la tormenta, el calambre de un rayo encendió sus luceros y en el sótano volvió la luz.